Foto: Cosas de Comé
Nombre del descubrimiento: Torrijas
Lugar: Pastelería La Rosa de Oro (Consistorio número 7. Teléfono: 956338408) en Jerez
Día del hallazgo: Jueves 18 de marzo de 2010
Tapatóloga descubridora: Victor Palacios, tapatólogo adscrito a la demarcación de Puerto Real.
Apartado científico: Meriondología (especialidad Torrijotología. Lo primero es que no se puede confundir esta ciencia con el torrijismo, que es otra cosa. La torritología es una ciencia de exquisitos, de gente que ama la perfección. Solo ellos son capaces de ver cual es el punto exacto de miel o comprobar que vino se ha utilizado para bañar la torrija, cuan la egipcia Nefertiti pero en fenómeno panario. Por orden del Colegio de Tapatología 2010/(barra)/534 se incluyó también como materia de investigación para la torritología los picatostes y todas aquellos panes mojaos, a excepción del migote, que más que ciencia es una guarrería).
La torritología es una ciencia tapatológica de temporada…como las rebequitas y ahora es el momento de hacer los descubrimientos. Victor Palacios, tapatólogo adscrito a la demarcación de Puerto Real, ha realizado un descubrimiento en una “batida” torrijera realizada por Jerez y en la que encontró este ejemplar situado en el mismo centro de la ciudad, en la calle Consistorio. Se trata de una torrija del tamaño de una rodaja de shangüi, aunque esta primera impresión ocular no se corresponde luego con la realidad ya que no es un pan de shangüi cualquiera sino un pan especial, en forma cuadrada, que realizan en la pastelería La Rosa de Oro y que resulta idóneo para hacer sus torrijas. No les falta experiencia a estos pasteleros jerezanos que abrieron sus puertas allá por 1928 cuando Domingo Jiménez, el padre de Daniel, el actual maestro pastelero de la conocida firma jerezana, comenzara su aventura. Daniel, que es todo un enamorado de la pastelería habla con fundamento de este dulce típico de la Cuaresma. No sólo sabe hacerla sino que se sabe toda su historia. Señala que su origen puede que esté en la Edad Media y que ya se tienen datos escritos sobre su existencia en el siglo XV. Al principio, cuenta, era un dulce típico del Carnaval, pero cuando este se prohibió durante la dictadura de Franco, el dulce terminó convirtiéndose en típico de la Cuaresma. En la confitería mantienen está tradición y el dulce se elabora desde el comienzo de la Cuaresma hasta el domingo de Resurrección tras el cual ya se deja de hacer hasta el próximo año. Daniel señala que mantiene la receta de su padre que se basa en ser muy cuidadoso con el uso del vino, en este caso un fino de Jerez y en concreto el fino Marismeño de las bodegas Sánchez Romate. El pan tan sólo se pinta con una brocha con el vino, no se sumerge en él y luego se vuelve a repetir la operación con el huevo que se pone antes de freir el pan en aceite. Luego, una vez fría, se sumerge en una mezcla de agua y miel de Rancho Cortesano, la empresa dedicada a la recolección de miel situada en la pedanía jerezana de Cuartillos por lo que el producto no puede ser más de Jerez. Ya sólo queda meter bien la cuchara y comérsela divinamente, que es lo que pega tratándose de un dulce de Cuaresma.
La Pastelería La Rosa de Oro abre todos los días en horario de mañana y tarde y la torrija se cotiza a 1,90 euros la unidad.
Otras recomendaciones para esta pastelería: El tocino de cielo, bombones de elaboración propia. Estupenda terraza para merendar en el centro de Jerz
Daniel Jiménez, el maestro pastelero de la Rosa de Oro de Jerez con una fuente de sus torrijas. Foto: Cosas de Comé